Cultivo de arroz menos vulnerable y más adaptado al cambio climático
El cultivo de arroz en ALC requiere de innovaciones tecnológicas, en especial en la agricultura familiar, a fin de elevar la productividad, mejorar la utilización de recursos y reducir el impacto del cambio climático.
El contexto de la historia
El arroz es un alimento básico para más de la mitad de la población mundial. En ALC el consumo per cápita es de 30 kg/año y la demanda supera la producción; el déficit, de casi un millón de toneladas anuales, se cubre con importaciones. La baja productividad y pocos ingresos de los productores, en particular en la agricultura familiar, responden a factores climáticos y tecnológicos. El IICA analizó la eficiencia productiva, uso de recursos y la emisión de GEI del cultivo de arroz en República Dominicana y Colombia, y validó el Sistema Intensivo de Cultivo de Arroz (SICA) como innovación tecnológica adaptable a diferentes condiciones.
Colaboración para innovar el cultivo de arroz
La iniciativa implementada
El objetivo fue mejorar la resiliencia del cultivo de arroz y su adaptación a los efectos biofísicos y económicos del cambio climático mediante una nueva tecnología orientada a elevar la productividad, la generación de ingresos y la eficiencia en el uso de recursos como semillas, agua y mano de obra. Colaboraron FONTAGRO, IICA, el Consejo Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF), Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) y la Federación Nacional de Arroceros (FEDEARROZ) de Colombia.
La intensificación del cultivo de arroz es viable
La solución tecnológica
La tecnología validada en Colombia y República Dominicana es el Sistema Intensivo de Cultivo de Arroz (SICA) que aumenta los rendimientos mediante un manejo que reduce la densidad de plantas, mejora las condiciones físicas y biológicas del suelo y la gestión del riego y modifica el establecimiento del cultivo. Este manejo permite usar menos semillas y otros insumos, un menor consumo de agua y mejor desarrollo radicular. El SICA, exitoso en otras regiones, ha sido poco evaluado en ALC donde los retos se multiplican debido a la diversidad de sistemas productivos que van desde pequeñas parcelas a extensiones grandes, con implicaciones sobre el uso de agua, mano de obra y maquinaria. El SICA permite la expresión del potencial genético de las plantas, con raíces fuertes y desarrolladas que confieren mayor resistencia a la sequía, al anegamiento, vientos, y otros factores adversos, permitiendo reducir la vulnerabilidad y fortalecer la seguridad alimentaria y el bienestar de los productores.
El SICA tiene tantas ventajas en productividad y ahorro de semillas que hacen que uno se enamore del cultivo de arroz
Resultados
Se mostró que el SICA ahorra costos y es más productivo y rentable. En respuesta a un mayor número de espigas, panículas, macollas y longitud y peso de raíces, se lograron mayores rendimientos (hasta de un 25%) junto con ahorros en el uso de semillas (hasta un 96%) y de agua (hasta 45%). La menor inversión en fertilizantes y semilla con el SICA causó un ahorro promedio en costos de un 10%, resultando en mayores utilidades de 43% en República Dominicana y 68% en Colombia. Se evaluó la mecanización (llenado de bandejas, trasplante y deshierba) del cultivo. Esta innovación contribuyó con 36% de ahorro en los costos totales en Colombia y 10% en República Dominicana. Varios países de la región están iniciando el escalamiento del SICA.